Lo
habré dicho más veces pero quiero repetirlo como si se tratara de un mantra.
Así por encima, mi observación es que había tres cosas que nuestros pequeños
destacaban de su vida en la escuela: la comida, la vida en el patio y las
colonias. Hoy me quiero centrar en la comida que se ha convertido en elemento
esencial del espectáculo en común del momento presente. No puedo negarle
aspectos positivos. El mundo de los alimentos y de los procesos que transforman
en manjares una serie de productos que aislados no nos llamarían la atención
pero tengo que lamentar una vez más que lo que significa el placer de aprender
a alimentarse y gozar con los bienes de la tierra se convierta en una competición más en la que los mejores
aplastan a los que no lo son y comer no es lo que importa sino ganar.
A modo
de recuerdo menciono los talleres de cocina que organizamos en las escuelas con
pequeños grupos de los mayores, tres, cuatro y cinco años y cómo un día a la
semana dedican un tiempo al conocimiento de los elementos que intervienen en
nuestra alimentación y aprenden a preparar platos elementales, normalmente
ensaladas, que ese mismo día nos habremos de comer todos y cómo ese contacto
les lleva a sentirse miembros activos del gran grupo de la escuela, capaces de
participar en la vida del conjunto. Este proceso tan sencillo encierra un
profundo aprendizaje que creo que es el que se queda como lección en sus vidas.
Todos dependemos de todos y lo que yo hago tiene consecuencias en mi propia
vida y en la de todos los que me rodean. Por tanto, tiene sentido que yo me
esmere en hacer las cosas bien porque de mi trabajo bien hecho se van a
aprovechar todos los que viven a mi alrededor.
Esta
maravillosa lección de vida que ya de por sí justificaría cualquier esfuerzo la
vemos hoy en la tele en programas de máxima audiencia, lo que podría significar
todo un hallazgo de consecuencias revolucionarias si no fuera porque el
contenido último de los programas que se emiten no tienen otro objeto que el
relleno de un tiempo televisivo que justifique y arrastre la suficiente
publicidad para cubrir los gastos de la cadena en cuestión, La reproducción de
unos juegos de poder en que un director o varios son los que saben y los que
participan han de cumplir al dedillo las indicaciones que se les dan y desde el
principio se implanta que lo que buscamos no es disfrutar de nuestra
capacidades ni de los elementos que vamos a manipular sino ganar. Todo el
esfuerzo para la gloria de uno y siempre a costa de la frustración de todos los
demás. El tiempo de desarrollo se convierte en una especie de locura o frenesí
en la que todo el mundo corre para ganar a los demás y nunca hay paz suficiente
para gozar con lo que se está haciendo, compartirlo con el vecino de al lado,
asumir los conocimientos que vamos desarrollando en lo que hacemos y disfrutar
del resultado final como obra de todos.
Como
puede verse, se trata de toda una filosofía de vida en la que lo que importa es
llegar el primero, ganar a los que tengo a mi lado y que los que son mis compañeros
y podrían ser mis amigos se convierten en mis competidores a los que tengo que
vencer. Que la alimentación y los alimentos estén en los horarios de máxima
audiencia de los canales de televisión me sigue pareciendo un hallazgo y un
filón de futuro pero referidos a la educación tendrían que cambiar radicalmente
sus objetivos para convertirlos en fuente de profundo conocimiento de la vida,
magnífico momento de gozar de los alimentos, de compartir los resultados de su
manipulación en nuestro propio beneficio y un camino casi infinito de aprender
en grupo, que es la mejor forma de aprender.
Es difícil aprender/enseñar que toda acción, en este vida, tiene CONSECUENCIAS.
ResponderEliminarJavier se estrenó hace pocos días en la escuela haciendo con los niños mayores la cuajada de carnaval.
ResponderEliminarPara ello usó la receta y las fotos que aparecen en nuestro libro de cocina y el apoyo de otros maestros y los cocineros; pero en definitiva, quien se quedó solo con los niños, haciendo el rico postre que nos íbamos a comer toda la escuela el día del carnaval, fue él.
Y es que la tradición culinaria de la escuela supone una participación cooperativa de los niños, que por fin asumen el papel de cocinar para todos sus compañeros, aportando su parte del trabajo a un proyecto común (no va a ganar ninguna cuajada, ya que todas son iguales).
También hay una participación de las familias que han aportado los mantecados sobrantes de las fiestas navideñas y luego han degustado el resultado.
Pero a la vez, Javier ha recibido la herencia de quienes hace años empezaron a hacer este dulce, que permanece en nuestras señas de identidad, a pesar de que quienes lo iniciaron ya se han ido jubilando. Disponer de la receta en un libro de cocina es garantizar que el testigo de nuestras experiencias pase a las nuevas generaciones.
cierto es Manuel, y para mi fue un enorme placer, ayudarles a hacerla ellos, que esa es la gran diferencia de estos talleres, saldrá más o menos bonito pero lo hacen ellos, y eso me encanta. Ahora tenemos menos tiempo en la comida, supongo Antonio estará al tanto, a mi personalmente el día del carnaval que comieron juntos me encantó la experiencia, hermanos juntos de diferentes edades, amigos, amigas, echo en falta más cosillas así de convicencia de diferentes edades, me habría encantado se sumasen los pequeños, y ver la reacción de los grandes a su comida, si les ayudan, si comparten, ...
EliminarNo sé qué pasa que tengo que responder a los dos a la vez. No me importa.
EliminarManuel cuando tuve en mis manos los libros de cocina que nuestra empresa editó creo que tardé poco en regalarlos. Si tú o Javier me pasarais fotos de las portadas y algunas fotos de los interiores yo me encargaría de hacer un texto con los contenidos. También me podrías pasar tu artículo interior que sacaría combinado con el mío de la otra edición. Incluso el Javi podría aportar a mi correo que tú tienes el proceso de la cuajada, que es una maravilla gustosa y propia de Granada. Este intercambio necesita vidilla. Un abrazo para cada uno
las fotos me dice Trini están en el facebook de la escuela, para quien tenga facebook o sino nos las pasa ella
EliminarNo te preocupes, Javi, que me ha pasado Manuel muchas. Un abrazo
EliminarAfortunadamente no tida ka filosofía y revolución alimentaria , incluida la parte educativa que, en buena lógica, todos quienes hemos ejercido el Magisterio hemos intentado desarrollar en nuestras escuelas ( estoy hablando de la Escuela Pública), NO TODO es juego televisivo. Faltaría más.
ResponderEliminarEs interesante, eso sí, el debate sobre este tema siempre es de primera línea.
Besos
Es que, aquerida Pilar, me resulta muy frustrante la cantidad de medios que se ponen en circulación para un objetiva tan ajeno al educativo y que luego se vende como parecido cuando nada más lejos de la realidad. Un beso
Eliminarse vende porque se compra. Verdad de Perogrullo.
EliminarUn tema fundamental en la educación del niño...
ResponderEliminarSaludos
Sembrarlo en los niños dara frutos
ResponderEliminarPero los padres deben ser tambien ayudados
Recuerdo un dia en un super estaba de oferta un jugo de naranja con soja
Y padre joven con niño en carrito llenaba afanosamente el mismo
Yo genio y figura de pasada le dige ojo soja transgenica
Me senti regalada cuando al ir a la caja veo que no los llevaba
La musica mima el alma
Gracias
Saludos