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domingo, 12 de marzo de 2017

COMIDA


         Lo habré dicho más veces pero quiero repetirlo como si se tratara de un mantra. Así por encima, mi observación es que había tres cosas que nuestros pequeños destacaban de su vida en la escuela: la comida, la vida en el patio y las colonias. Hoy me quiero centrar en la comida que se ha convertido en elemento esencial del espectáculo en común del momento presente. No puedo negarle aspectos positivos. El mundo de los alimentos y de los procesos que transforman en manjares una serie de productos que aislados no nos llamarían la atención pero tengo que lamentar una vez más que lo que significa el placer de aprender a alimentarse y gozar con los bienes de la tierra se convierta en  una competición más en la que los mejores aplastan a los que no lo son y comer no es lo que importa sino ganar.

         A modo de recuerdo menciono los talleres de cocina que organizamos en las escuelas con pequeños grupos de los mayores, tres, cuatro y cinco años y cómo un día a la semana dedican un tiempo al conocimiento de los elementos que intervienen en nuestra alimentación y aprenden a preparar platos elementales, normalmente ensaladas, que ese mismo día nos habremos de comer todos y cómo ese contacto les lleva a sentirse miembros activos del gran grupo de la escuela, capaces de participar en la vida del conjunto. Este proceso tan sencillo encierra un profundo aprendizaje que creo que es el que se queda como lección en sus vidas. Todos dependemos de todos y lo que yo hago tiene consecuencias en mi propia vida y en la de todos los que me rodean. Por tanto, tiene sentido que yo me esmere en hacer las cosas bien porque de mi trabajo bien hecho se van a aprovechar todos los que viven a mi alrededor.

         Esta maravillosa lección de vida que ya de por sí justificaría cualquier esfuerzo la vemos hoy en la tele en programas de máxima audiencia, lo que podría significar todo un hallazgo de consecuencias revolucionarias si no fuera porque el contenido último de los programas que se emiten no tienen otro objeto que el relleno de un tiempo televisivo que justifique y arrastre la suficiente publicidad para cubrir los gastos de la cadena en cuestión, La reproducción de unos juegos de poder en que un director o varios son los que saben y los que participan han de cumplir al dedillo las indicaciones que se les dan y desde el principio se implanta que lo que buscamos no es disfrutar de nuestra capacidades ni de los elementos que vamos a manipular sino ganar. Todo el esfuerzo para la gloria de uno y siempre a costa de la frustración de todos los demás. El tiempo de desarrollo se convierte en una especie de locura o frenesí en la que todo el mundo corre para ganar a los demás y nunca hay paz suficiente para gozar con lo que se está haciendo, compartirlo con el vecino de al lado, asumir los conocimientos que vamos desarrollando en lo que hacemos y disfrutar del resultado final como obra de todos.


         Como puede verse, se trata de toda una filosofía de vida en la que lo que importa es llegar el primero, ganar a los que tengo a mi lado y que los que son mis compañeros y podrían ser mis amigos se convierten en mis competidores a los que tengo que vencer. Que la alimentación y los alimentos estén en los horarios de máxima audiencia de los canales de televisión me sigue pareciendo un hallazgo y un filón de futuro pero referidos a la educación tendrían que cambiar radicalmente sus objetivos para convertirlos en fuente de profundo conocimiento de la vida, magnífico momento de gozar de los alimentos, de compartir los resultados de su manipulación en nuestro propio beneficio y un camino casi infinito de aprender en grupo, que es la mejor forma de aprender.

11 comentarios:

  1. Es difícil aprender/enseñar que toda acción, en este vida, tiene CONSECUENCIAS.

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  2. Javier se estrenó hace pocos días en la escuela haciendo con los niños mayores la cuajada de carnaval.

    Para ello usó la receta y las fotos que aparecen en nuestro libro de cocina y el apoyo de otros maestros y los cocineros; pero en definitiva, quien se quedó solo con los niños, haciendo el rico postre que nos íbamos a comer toda la escuela el día del carnaval, fue él.

    Y es que la tradición culinaria de la escuela supone una participación cooperativa de los niños, que por fin asumen el papel de cocinar para todos sus compañeros, aportando su parte del trabajo a un proyecto común (no va a ganar ninguna cuajada, ya que todas son iguales).

    También hay una participación de las familias que han aportado los mantecados sobrantes de las fiestas navideñas y luego han degustado el resultado.

    Pero a la vez, Javier ha recibido la herencia de quienes hace años empezaron a hacer este dulce, que permanece en nuestras señas de identidad, a pesar de que quienes lo iniciaron ya se han ido jubilando. Disponer de la receta en un libro de cocina es garantizar que el testigo de nuestras experiencias pase a las nuevas generaciones.

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    1. cierto es Manuel, y para mi fue un enorme placer, ayudarles a hacerla ellos, que esa es la gran diferencia de estos talleres, saldrá más o menos bonito pero lo hacen ellos, y eso me encanta. Ahora tenemos menos tiempo en la comida, supongo Antonio estará al tanto, a mi personalmente el día del carnaval que comieron juntos me encantó la experiencia, hermanos juntos de diferentes edades, amigos, amigas, echo en falta más cosillas así de convicencia de diferentes edades, me habría encantado se sumasen los pequeños, y ver la reacción de los grandes a su comida, si les ayudan, si comparten, ...

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    2. No sé qué pasa que tengo que responder a los dos a la vez. No me importa.
      Manuel cuando tuve en mis manos los libros de cocina que nuestra empresa editó creo que tardé poco en regalarlos. Si tú o Javier me pasarais fotos de las portadas y algunas fotos de los interiores yo me encargaría de hacer un texto con los contenidos. También me podrías pasar tu artículo interior que sacaría combinado con el mío de la otra edición. Incluso el Javi podría aportar a mi correo que tú tienes el proceso de la cuajada, que es una maravilla gustosa y propia de Granada. Este intercambio necesita vidilla. Un abrazo para cada uno

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    3. las fotos me dice Trini están en el facebook de la escuela, para quien tenga facebook o sino nos las pasa ella

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    4. No te preocupes, Javi, que me ha pasado Manuel muchas. Un abrazo

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  3. Afortunadamente no tida ka filosofía y revolución alimentaria , incluida la parte educativa que, en buena lógica, todos quienes hemos ejercido el Magisterio hemos intentado desarrollar en nuestras escuelas ( estoy hablando de la Escuela Pública), NO TODO es juego televisivo. Faltaría más.

    Es interesante, eso sí, el debate sobre este tema siempre es de primera línea.
    Besos

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    1. Es que, aquerida Pilar, me resulta muy frustrante la cantidad de medios que se ponen en circulación para un objetiva tan ajeno al educativo y que luego se vende como parecido cuando nada más lejos de la realidad. Un beso

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    2. se vende porque se compra. Verdad de Perogrullo.

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  4. Un tema fundamental en la educación del niño...

    Saludos

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  5. Sembrarlo en los niños dara frutos
    Pero los padres deben ser tambien ayudados
    Recuerdo un dia en un super estaba de oferta un jugo de naranja con soja
    Y padre joven con niño en carrito llenaba afanosamente el mismo
    Yo genio y figura de pasada le dige ojo soja transgenica
    Me senti regalada cuando al ir a la caja veo que no los llevaba
    La musica mima el alma
    Gracias
    Saludos

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