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domingo, 16 de noviembre de 2014

OTOÑO


         Estamos ya en el otoño avanzado, momento en el que las hojas caducifolias no pueden aguantar las ventoleras encima de los árboles y se vienen al suelo de donde surgieron, no sin antes ofrecernos un hermoso abanico de colores entre amarillos limón hasta el marrón oscuro. La señal más visible que percibimos, aparte del frío que poco a poco se nos va metiendo en los huesos, es la hegemonía de la oscuridad sobre la luz en esta zona del mundo. No sé si será cierto pero la variedad de colores es más amplia y rica que en ninguna otra estación del año. Si alguien tiene el buen gusto de darse un paseo por las Alpujarras comprobará la exactitud de lo que digo.

         Ojalá tuvieran la oportunidad los pequeños de gozar la experiencia otoñal de una noche fuera de casa, durmiendo con sus compañeros en una casa habilitada para ese menester cerca de la ciudad. Lo llamamos Colonias en recuerdo de las que se hacían en verano cerca de la playa. La experiencia es intensa, un poco insólita y amiga de la noche porque ahora la luz se va desde las seis de la tarde. Especialmente interesante el paseo en grupo por las faldas de las montañas cercanas con las linternas en la mano, conteniendo el pánico de la oscuridad y superándolo a base de la compañía que ofrecen los compañeros y los maestros que se atreven a compartir esos momentos mágicos e incorporarlos al programa del curso como otra lección cualquiera. Como no quiero ser demasiado pesado me callaré la historia de la zorra que creo haber contado en este blog varias veces porque nos dejó impresionados pero no faltan historias que luego vamos a contarnos durante meses y, sobre todo, la vivencia de grupo tan potente que a partir de entonces nadie va a poder eliminar de nuestras experiencias vividas.

         Sin llegar a tanto, porque la experiencia de dormir fuera al menos una noche es complicada y no siempre es posible, el otoño merece al menos un día para celebrarlo y tratarlo en vivo. En el patio podemos  echar un fuego para asar castañas, para calentarnos a media mañana y para hacer que ardan todos los elementos viejos que hemos almacenado sin saber qué hacer con ellos.  Podemos preparar algún guiso de otoño tipo potaje de castañas, carne de membrillo, boniato cocido con membrillo y la colaboración de las familias aportando frutos de otoño: uvas, granadas, almendras, caquis, nueces, castañas, membrillos o algún pastel de elaboración propia, puede hacer que vivamos una mañana perfectamente otoñal, inundada de olores y sabores específicos de esta época. Son sobre todo cosas sencillas y que los pequeños seguro que tienen en sus casas o que se elaboran en algún momento de estos días y que también les permite por inmersión, entender qué tiempo es el que está pasando por encima y por dentro de nosotros. Es verdad que lo trabajaremos en clase y que hablaremos de él, pero nada será comparable a la vivencia de todos con los sentidos en pleno funcionamiento y dedicados a identificarlo y a gozarlo en común.




         Estoy seguro que de cada estación del año se puede sacar una experiencia que ofrezca niveles similares de intensidad y de cercanía. No sé si es que el otoño ofrece más posibilidades para estas vivencias tan caseras y tan ricas en sensaciones. Lo que sí sé es que cada año lo hemos venido repitiendo y se ha convertido en una institución en la escuela. Cada familia ha aportado lo que ha podido y ha sabido y el conjunto siempre nos ha parecido impactante y rico. Hay que decir que muchos niños no conocen los platos que se les presentan en la mesa porque aunque no nos demos cuenta nos vamos alejando de la simplicidad pero también ha significado una invitación a reencontrarnos con alimentos y conmemoraciones propias de nuestro lugar y que no se debieramos perder porque nos identifican como pueblo y nos reconcilian con nuestra cultura tradicional. Desde la vendimia del comienzo del otoño hasta el reencuentro con el intenso frío del invierno, que en Granada puede llevarnos hasta los 10 grados bajo cero, hay un recorrido vital que no debemos perdernos por nada del mundo. 


6 comentarios:

  1. aparte las inclemencias ventoleras del otoño (y en mis latitudes, de ventoleras sufrimos un tanto!!!!), cierto es que el otoño es el período más sugerente para realizar actividades escolares y/o preescolares , bien al aire libre -¡ya se deja sentir el aroma de los boniatos y las castañas asadas....!-, bien en semi retiro. Un acierto. Y como acierto, plausible


    besos

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  2. Toda una experiencia...que moldea la forma de entender la vida.....

    Un cordial saludo

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  3. Manuel Ángel Puentes17 de noviembre de 2014, 0:56

    Leyendo tu entrada, parece estar describiendo la realidad de mi grupo de cuatro años. Ya hemos hecho esa noche de colonias en el Molino de Lecrín (te envío adjunto un documento sobre esa experiencia); hemos trabajado con las granadas y los membrillos (gamboas) que nos trajimos y nos las hemos comido; seguimos jugando con las nueces de esa misma ocasión en la cocinita del aula, hasta que el jueves hagamos con ellas un dulce que aportaremos a la fiesta de otoño que el viernes haremos en la escuela.
    Y ya sin niños: el mejor otoño de Granada, para mí, está en la Dehesa del Camarate.

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    1. Mi ignorancia de este medio no me permite establecer un enlace para que, pinchando aquí, se pueda ver la crónica fotográfica que Manuel me ha mandado de su Colonia de este año. Si una mano samaritana quisiera explicarlo de manera comprensible, a lo mejor se podría acceder al pdf que Manuel ha tenido a bien enviar. Lo espero con interés. Un abrazo

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  4. Magnífico blog, donde tenemos la suerte de compartir tus experiencias, enseñanzas y pensamiento, por lo que te do las gracias por compartirlo a través de tus publicaciones.


    Enhorabuena y un fuerte abrazo, amigo Antonio.


    Hasta muy pronto.

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  5. Antonio, eis-me aqui em visita ao seu blog...estou mt impressionada com a riqueza das suas experiências, com a forma poética e natural com que se expressa e em comprovar que temos muitos interesses em comum. Encantada, meu novo amigo! Estava certa quando escolhi segui-lo. Grande abraço

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