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domingo, 7 de septiembre de 2014

COMIENZO


         En la escuela pública va a ser el miércoles el primer día del curso 2014 – 15. Serán los de infantil y primaria los que abran el fuego y una vez más tendremos que presenciar los llantos y alaridos de los que no entenderán por qué deben separarse de sus familias y entrar en los recintos escolares a una hora determinada y enfrentarse a unos espacios que no conocen y a unas personas que apenas si han visto alguna vez. Me centro en el comienzo del curso por encontrar un punto determinante. Mucho peor aun es la entrada en los centros infantiles de los más pequeños en donde se pueden producir situaciones parecidas pero con más dramatismo porque los nuevos alumnos entienden menos aun lo que le pasa.

         Estoy seguro que lo hemos explicado en alguna otra ocasión pero no me siento pesado si decido que el tema debe salir otra vez con motivo del comienzo del nuevo curso. Una mala experiencia el primer día de clase va a significar como un sello indeleble que se les va a grabar en la mente de los pequeños y que ya nadie podrá quitar. Con el tiempo se podrá reconvertir la sensación y hacer que la escuela vuelva a significar algo positivo para ellos, pero tendrá que ser después de la primera impresión negativa que será la primera que se le venga a la mente. Es lo peor de las cosas que nos pasan; que una vez que las vivimos ya no podemos haberlas dejado de vivir. Esta del comienzo de la escolaridad es perfectamente extrapolable a cualquiera otra de las primeras posibles. Por eso tiene importancia dedicar esfuerzo a pensar en la primera experiencia para hacer que su resultado sea lo más positivo posible. Y cuantos  más pequeños sean quienes lo vivan, más profundas y duraderas serán las repercusiones.

         La propuesta en positivo consiste en asumir que el cambio de la vida en familia a la estructura escolar tiene más profundidad por ejemplo que cuando salimos del ambiente familiar para independizarnos.  Significa pasar de los brazos que nos han acogido en exclusiva desde que nacimos y para los que hemos sido el foco del afecto en exclusiva a formar parte de un grupo de personas más o menos como nosotros y todas al cuidado de un profesional que ha de distribuir su afecto y su cuidado porque todos no podemos ser atendidos al mismo tiempo y con la particular intensidad a  que veníamos acostumbrados. Es fundamental que los pequeños hayan visto con sus familiares el espacio al que van a asistir, que conozcan a la persona que los va a acoger y sería fundamental que en el momento de la acogida tuvieran una entrada individual para que el trato fuera específico durante algún tiempo. Ya se sabe que la realidad tendrá que imponerse y habrá que terminar asumiendo que el crecimiento tiene sus precios y el de pasar de las atenciones individualizadas al aprendizaje de la vida en grupo es uno de ellos y no fácil precisamente pero hay maneras y maneras de que esas experiencias se produzcan.


         Cuando estos días pasados hemos visto a personas adultas tirando de pequeños para esconderlos de las bombas que caían hemos podido contemplar las caras de espanto de los pequeños, propias de quienes no entienden lo que les está pasando pero sí saben que no es bueno para ellos. Pues si nos fijamos en los primeros días de clase no van a faltar imágenes parecidas. No estoy diciendo que el peligro sea el mismo afortunadamente, pero sí que el nivel de ignorancia sobre lo que les está pasando se parece. No es fácil, ya lo sé. No siempre se dispone del tiempo suficiente, ni de la paciencia imprescindible, muchas veces ni de los espacios adecuados pero no me voy a cansar de insistir en la importancia de la primera experiencia en todo el desarrollo posterior y en que merece la pena invertir esfuerzos por parte de la familia y por parte de la estructura escolar para lograr que la entrada sea lo menos traumática posible y, si puede ser grata, mucho mejor. No es un momento cualquiera y tenemos que saberlo y actuar en consecuencia.


9 comentarios:

  1. Creo que el traer niños al mundo es una gran responsabilidad.
    Asi que considero que se debe tener tiempo para dedicarles, cualquiera sea el motivo

    Saludos y buena semana, por aca nos estamos acercando a las vacaciones de primavera

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  2. Querido Antonio
    Totalmente de acuerdo contigo
    Esa primera vez es sumamente importante y ojalá sea buena para todos los niños y niñas
    El otro día una madre enfadada con su hijo pequeño por no portarse bien lo amenazaba diciéndole
    Y cuidado con que en el colé me digan wue te portas mal no vuelvo a buscarte niña más te quedas en la escuela para siempre
    Sentí un dolor inmenso menos mal wue El Niño hacia oídos sordos y seguía jugando con su pelota
    La educación está en casa en todos los sentidos y ahí empieza el amor o terror a la escuela 😊
    Te mando un fuerte abrazo y miles de besos 😘😘😘

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  3. aquí se clavó con fuerza un 'cerrado por reformas' que
    impedirá el comienzo de curso en tiempo y día oficialmente establecido para toda la Comunidad (DGA).
    Véase prensa y datos.
    De modo que sí se van a suceder los llantos, clamores y 'alaridos' (es exagerado), mas no de los 800 alumnos que NO empezarán hasta el 30, y esto si las cosas van bien..., y no el día 10.
    Como siempre, siempre desde que a la des-gobernación des-gobernante la Enseñanza Pública le es tema menor. Coyuntural, dicen, para callar bocas.
    Por eso, estas fotos con niños y niñas uniformados privados felizmente caminando por las calles me resultan un tanto chocantes...Señor mío, qué país de contrastes, éste mío.
    Anotación al margen: viva la Escuela Pública y viva la Educación integral en y desde la propia familia.
    abrazo

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  4. Como todo pasa por la casa, como dice Aurora, una parte importante de nuestro trabajo de adaptación a la escuela pasa por las familias.
    Antes de que un niño haya venido a la escuela, su familia ha tenido las posibilidades de participar en unas jornadas de puertas abiertas, de entrevistarse con la directora al confirmar la matrícula, de hablar de su niño con el tutor en la primera semana de septiembre y de participar en una reunión exclusiva de nuevas familias para hablar del período de adaptación.
    El primer día de escuela, acompañan al niño durante buena parte de su estancia en el centro, y a partir de ahí inician un período de ampliación paulatina del horario escolar del niño.
    En esas reuniones yo suelo comentarles a las nuevas familias dos cosas: La primera es que piensen lo que supondría (o ha supuesto ya en algunos casos) un cambio de trabajo o de domicilio, toda la incertidumbre que eso les plantea a ellos y contando con unos recursos de los que su hijo carece. Esto les ayuda a entender lo que está pasando por la cabeza de su hijo.
    La segunda cosa que les digo es que admito que no se fíen de mí, que es normal que les cueste dejar a lo más tierno de su hogar en manos de un desconocido. Por eso ofrecemos todo tipo de posibilidades de encuentro en la entrada y la salida del aula, en entrevistas concertadas, en llamadas telefónicas o en mensajes electrónicos; todo con el fin de ir creando vínculos que permita establecer el clima de confianza que va a permitir la integración de su hijo en la vida escolar.

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    1. Yo sólo quería llamar la atención sobre el hecho del comienzo del curso y plantearlo como un hecho importante que los padres deben valorar como tal. Me alegro de que tu aportación sea más precisa y proponga el plan concreto que hay trazado para facilitar ese importante cambio de vida que se está produciendo con la entrada de los pequeños en la escuela y hacer que sean capaces, en la medida de lo posible, de ir interiorizando sin angustia lo que les pasa. Un nuevo abrazo y mi sincero agradecimiento

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  5. Lo primero es decirte que me alegro de verte de nuevo cuando te suponía perdido en la excomunidad. Aunque sabía que aparecerías.
    Y como no con comienzo de curso. Y que para mi debió de ser de los traumáticos, porque me costaba un disgusto ir...siempre. ¿Ves como hacías falta?. Un abrazo amigo

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  6. Hola Antonio:
    Pobrecitos tan chiquitines, verlos con aquellas caritas el primer día ue se los deja en un sitio desconocido para ellos.
    La guardería o escuela de párvulos tiene que ser un sitio alegre y acogedor.
    En la guardería que trabaja mi nuera, hay un ambiente de alegría y felicidad.
    La ventaja que tuvo mi nieta es que fue a la guardería muy chiquitina, pero con su madre.
    Un abrazo desde Valencia, Montserrat

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  7. Antonio: mis felicitaciones por ese interesante articulo en donde explicas la importancia que tiene para los niños la 'primera vez que van al cole y que les puede marcar. Los padres, pienso, que deben ser conscientes de ello y colaborar al máximo con los educadores-profesores de sus hijos.

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