Seguidores

domingo, 13 de abril de 2014

OTROS


         Por agotar un poco los temas y permitir que este discurso a plazos se desplace de unos lugares a otros sin perjuicio de que algún día vuelva a repetirse cualquier asunto, quiero seguir con la propuesta de objetos creados dentro de la clase y que en su momento fueron emblemáticos. El nexo de unión era que la temática se decidía en la asamblea de cada mañana, que se trataba de un trabajo de grupo en el que colaborábamos niños, maestros y familias y que todas las historias tenían un final, como la vida misma.

         Acordamos crear una vaca en el grupo de dos a tres años, mi compañera Conchi y yo. El trabajo fue publicado en Cuadernos de Pedagogía una vez que concluyó el ciclo, que también duró varios meses. La historia comenzó con una visita a la vaquería de Los Pastoreros, una secta religiosa dedicada a la agricultura y a la ganadería en Fuente Vaqueros, a unos 20 kilómetros de Granada. Vimos cómo vivían las vacas, cómo se les daba de comer, cómo se las limpiaba, cómo se las ordeñaba y allí mismo probamos la leche. A la vuelta venían muy motivados con el asunto y era un momento adecuado para seguir explotando el tema. El colofón nos pareció adecuado que fuera hacer una vaca dentro de la clase, casi de tamaño natural por lo que, una vez terminada hubimos de colgarla del techo hasta que llegó el momento de dar término a su vida, que también fue en la fiesta de fin de curso en presencia de todas las familias y con el fuego como punto y final. Hablamos de 1987 mas o menos.

         Otra propuesta fue la de El viejo y el mar. Curso 1994 – 95 y se trataba de que Santiago, el protagonista del libro, nos estuviera acompañando como un personaje más de la clase y la historia de su encuentro con el mayor pez de su vida. Una vez conocida la historia por todos y dibujada cada secuencia por ellos, decidimos hacer un pez como el que pescó Santiago, un pez espada de alrededor de tres metros, sabiendo que, aparte de la cabeza, la mayor parte del pez se lo comieron los tiburones cuando Santiago volvía a la playa. Las familias nos proporcionaron una cabeza de pez espada de verdad. La espada medía casi un metro. La tuvimos salándola un par de meses para que no se nos pudriera. Luego se la reconstruyó por dentro como si fuéramos taxidermistas y el resto del cuerpo, que tenía que estar colgado del techo porque si no, no cabíamos. Con alambres y con periódicos para que abultara pero no pesara apenas, nos acompañó todo el curso. Lo que nos interesaba y lo que más trabajamos no fue un objeto concreto sino la historia en sí, que todos nos la sabíamos de memoria y la contábamos a cada paso.


         No quiero cargar las tintas demasiado en mí. Lo que cuento lo he vivido en primera persona, pero yo no era excepcional, ni mucho menos. Sin ir más lejos, mi compañero Manuel, que nos suele enriquecer con sus comentarios, tiene experiencias tan ricas como estas o más. Por ejemplo con el asunto de la Alhambra, con el barrio del Albaicín en colaboración con otros compañeros de su escuela o, hace unos meses, con la exposición de planos de las casas de los niños y las correspondientes maquetas que fueron expuestas en el Decanato de Arquitectura de Granada y de la que dimos cumplida cuenta con mucho gusto en este blog. No era, por tanto, nada especial sino como una especie de derivación del trabajo de cada día. En momentos concretos se centraba la discusión sobre un asunto: casa, vaca, Santiago del viejo y el mar, la Alhambra, o cualquier otro asunto y entraba dentro de lo posible proponer materializar y hacer que tomara forma física cualquier elemento referido a lo que estábamos tratando y que nos resultara especialmente significativo. Y, manos a la obra. También aclarar que yo hago referencia al pasado porque yo ya no trabajo en las escuelas ya que estoy jubilado, pero las experiencias se siguen produciendo hoy en día con mucho más rigor técnico y con el mismo espíritu. 

6 comentarios:

  1. Gran idea, realmente buena !

    Saludos
    Mark de Zabaleta
    P.S: mejor la música clásica....es una humilde opinión!

    ResponderEliminar
  2. Este curso nuestra compañera Amalia se planteó con sus alumnos de cuatro años continuar un trabajo que ya inició con esos mismos niños en tres años: el conocimiento del cuerpo humano. Si el curso pasado fue el motivo de los disfraces de carnaval; este curso se ha propuesto construir una figura humana. Como yo estoy de apoyo del ciclo este curso, he podido participar en el proceso, y al final tenemos al gran Caballero Duende sentado en una mesa de una antigua máquina de escribir, porque si estuviera de pie no cabría en el aula.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que cuentas viene a corroborar que estas iniciativas, ni son individuales ni han dejado de producirse aunque algunos estemos ya jubilados y solo podamos contarlo. Pienso que eso es lo más valioso del proyecto en el que nos hemos desenvuelto laboralmente y algunos serguís todavía. Siempre tendré en mi mente los ojos encendidos de los pequeños que son conscientes de que su protagonismo es imprescindible para construir el tipo de escuela que ofertamos. ánimo con esa salud y a v er si otros se apuntan también a intercambiar experiencias. Para nosotros es útil sin duda, ya lo sabes y para los que no nos conocen, pueden que les aporte algo. Un abrazo

      Eliminar
  3. no sé si a la población infantil con y para la cual iban encaminadas estas iniciativas, le habrá dejado tan honda mella estos proyectos, esta vaca que sí, que ríe, ese pez...
    Lo que parece más que evidente que en ti sí ha calado hondo la experiencia escolar. Solo por eso ya ha valido la pena perder uno de sí mismo sus horas preciadas, su tiempo, y hasta la piel entera...
    realmente sugestivo ese inofensivo vacuno, a un tiro de desplomarse de los techos!!!!
    un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Como siempre que escribes sobre estos temas, dejas traslucir que ha sido tu verdadera vocación y cuando el trabajar se convierte en una apuesta vital, se nota. Ahora me pregunto: ¿durante todo el curso no le disteis de comer a la vaca?... Está muy flaca, la pobre.
    Saludos y síguenos deleitando con tu sapiencia

    ResponderEliminar
  5. Festejar la esperanza es hermoso!!!!!

    Felices Pascuas !!!!!!!

    ResponderEliminar