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domingo, 7 de julio de 2013

VERANO


         Desde septiembre hasta junio la vida, tanto de los pequeños como la de aquellas familias que los tienen en su seno y, por extensión, un poco de todos, se organiza en función de la estructura y del horario escolar. Es verdad que la estructura escolar no es muy estable y está impregnada de huecos que la desfiguran pero mantiene una cierta estabilidad sobre las horas de entrada y salida así como de los días laborables y los festivos. Globalmente  supone una ventaja esencial dentro de la que todos nos orientamos en espacio y en tiempo.

         Pero hay tres meses, entre el 20 de junio y la primera quincena de septiembre en que se inicia de nuevo el curso que, tanto niños como mayores han de recomponerse en otra estructura distinta. Han aparecido cursos de verano, colonias, campamentos que, previo pago de su importe de quien pueda costearlo, pueden facilitar de algún modo la vida a base de semanas o quincenas en los que facilitan a los pequeños contactos con sus compañeros, distintos de los del curso en la mayor parte de los casos, y contacto también con otras formas de vida al aire libre, en el campo, en contacto con el agua o en espacios nuevos, pero queda un gran espacio de tiempo no muy definido en el cual es la propia familia la encargada de albergar a todos los miembros y organizarse, en la medida en que sepa y pueda los espacios y los tiempos. Se puede pensar en el veraneo, de campo o de playa, que facilitará atractivos diferenciados para que, sobre todo los pequeños pero en realidad todos se recompongan y vivan estructuras de espacio y tiempo más o menos organizadas  y  atractivas.

         De cualquier modo no hay que pensar mucho para entender que se trata de una distribución, la del verano, sin mucho sentido por lo largos que se hacen los tres meses sin escuela y por lo cortos para crear estructuras permanentes en actividades alternativas en casa. La conclusión suele ser que gran parte del verano se convierte en una suerte de maremágnum de actividades familiares no muy organizadas pero encaminadas sobre todo a entretener la gran diversidad de iniciativas que surgen de los pequeños, que cuentan con todo el día para reclamar la atención de los adultos a la vez que para los adultos el hecho mismo del descanso conocido como veraneo, en el caso de los que se lo pueden costear, no deja de ser una  quimera encaminada sobre todo a la organización de la vida infantil y a poco más. En esta época de crisis en la que las posibilidades de veraneo se estrechan por la dificultad económica cada vez más extendida, lo que se impone como consecuencia más frecuente es la der buscarse la vida como se puede, reclamar a los colegios los cursos de verano para albergar a los pequeños unas horas al menos y sufrir el resto del tiempo hasta que aparezca de nuevo en el horizonte el próximo cuso.


         Cuando analizamos la estructura actual del verano no estamos en ninguna medida pensando en sobrecargar al profesorado con más trabajo, pero no podemos olvidar la cantidad de profesores que se encuentran con sus carreras terminadas y sin un cometido en el que poder ocuparse y con unos niños que no pueden asumir de ninguna manera que entre la terminación del curso anterior y el futuro que comenzará en septiembre puedan mantener  lazos de unión indispensables para que su educación tenga una cierta continuidad. Después de tres interminables meses inactivos, los niños suelen volver al colegio con la conciencia de comienzo porque los conocimientos aprendidos hasta junio, o han desaparecido en gran parte o han tenido que reforzarse de modo particular con personas y con maneras distintas. Para los niños, en síntesis, el comienzo del nuevo curso suele ser un suplicio y en cambio para las familias suele ser una liberación porque la organización de la vida se desplaza de nuevo a la estructura escolar y la familia se siente liberada de esta responsabilidad para la que en general, no está preparada.

4 comentarios:

  1. Una excelente idea para mantener el nivel educativo de nuestros pequeños...aunque no tenga mchos seguidores!

    Un gran saludo y Feliz Verano !
    Mark de Zabaleta

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  2. Hola Antonio querido !

    Yo recuerdo que cuando mi hija pequeña yo deseaba que vinieran las vacaciones ( nuestras vacaciones ) para estar todos juntos y pasarlo pipa sin colé - una vez se lo comente al pediatra y me dijo que era una excepcion por que la mayoria de los padres desesaban que el cole no terminara nunca o enseguida les estaban buscando un campamentos o lo que sea donde meterlos para no tener que aguantarlos durante el verano- asi de claro me lo dijo- y sabes una cosa ? yo creo que muchas, muchas veces es así.
    Yo me organizaba maravillosamente con mi familia y sin trabajo,con nuestras vacaciones- Hoy en dia Alicia va al colegio ( ni nieta mayor ) el año que viene empieza con cinco su ultimo curso de preescolar y estaba ilusionada tanto con la llegada del colegio como con estas vacaciones de las que disfruta con su familia y su hermana pequeña- Ayer fuimos a Oza de los Rios a la casita de campo y se metieron en la piscina y disfrutaron como locas y nosotros felices de verlas disfrutar y junto a nosotros- nada de campamentos, algunos hasta sacan dinero de donde sea para mandarlos lejos y no tener el revuelo que supone los niños sin colé- pero, como con todo, te tiene que gustar lo que haces y a nosotras- mi hija y yo y nuestros esposos nos encantan los niños, nuestros hijos y nietos y disfrutar, los tres meses se hacen cortos te lo diga de verdad Antonio-
    Bueno, te he leido como siempre con placer, calma, y gusto a lo maximo por que tu me das ese gusto el de tu buen escribir y tu linda presencia virtual-

    Muchos besos amigo y un fuerte abrazo
    Tenemos unos dias de calor intenso, despues de tanta lluvia estamos que no cabemos de gozo :)

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  3. Verano, sí. Verano, no.
    Veranear: 'Dícese de la actividad humana regida por el hecho estacional del estío'.
    Con perricas, chifletes, que decían mi santa abuela y mi santa madre.
    'Las bicicletas son para el verano' y todo lo demás del tinglado montado desde la segunda mitad del siglo pasado para ajustarse y darse el gusto de vacaciones, es cosa tan variada, tan diversa, tan complicada como ponerse en cada caso particular de todo el género humano (el que veranea, claro está. Cada cual hace lo que sabe, lo que puede, lo que quiere y lo que su economía le permite.
    Disfrutemos del placer veraniengo y el calor excesivo no asfixie nuestras neuronas, ya maltrechas, jejeje. Y los niños, ¡a gozar con sus papis y abuelitos y toda la parentela! Faltaría más.
    Abrazos grandísimos, Antonio.

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  4. Hola Antonio.
    Mira cuando mi dos mayores eran oequeños y aún no había nacido el tercero, resulta que en las vacaciones, yo decía bueno hasta setiembre no voy a tener yo vacaciones, pues aunque íbamos a un pueblo, no paraban de pelearse, aunque se querían, yo creo que a veces disfrutaban haciéndome hablar.
    En mi barrio si que hay la escuela de verano y los niños se lo pasan muy bien.
    Saludos calurosos desde Valencia. Hoy se escuchaba el canto de las chicharras o cigarras y es que ha hecho un bochorno tremendo, Montserrat

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