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domingo, 9 de junio de 2013

PRIORIDAD


         Es muy difícil no repetir algunas nociones después de ciento treinta y ocho encuentros semanales ya sobre este tema de la educación de los menores de seis años. No me importa demasiado que alguna idea, inevitablemente, haya salido ya en otro texto y probablemente desde otro ángulo. Es más, seguramente viene a enriquecer el conjunto, una vez que el conjunto esté terminado nadie sabe cuándo. Puede ser que este juego de líneas que se cruzan desde distintas ópticas, al final lo que vayan elaborando, ojalá que sea así, sea una tela de araña en la que quede integrado lo fundamental de la temática que abordamos.

         Siempre me acuerdo de mi visita, con el grupo de mayores de mi primer colegio, al British Museum en Londres. Y la imagen que me aparece, no sé por qué, es la de La Piedra de Rossetta que, como mucha gente sabe, fue la pieza angular para desentrañar todos los escritos de Egipto por el simple hecho de que sobre ella se grabó un mismo texto en tres alfabetos o lenguas distintas: jeroglífico, hierático y demótico. A través de la interpretación, por su similitud con el griego, de uno de ellos, permitió desentrañar los dos restantes  y el contenido de todos los documentos e inscripciones egipcias están plasmadas en jeroglíficos precisamente. Pues la clave de todos estos conocimientos se encuentra en la humilde Piedra de Rossetta, descubierta durante las campañas napoleónicas y expuesta, como tántas cosas del mundo egipcio, en el British Museum entre otros. Alrededor de la piedra un circuito protegido reservaba el primer campo de visión privilegiado para  las visitas educativas, de modo que pudimos verlo a placer en primera línea si bien, todo hay que decirlo, aquellos adolescentes no  podían valorar la enorme importancia y trascendencia del trozo de roca oscura y labrada que teníamos ante nuestros ojos, pero esa es otra historia.

         Sigo manteniendo esa impresión y no la olvido porque he sufrido durante muchos años, todos los cursos en realidad, el menosprecio y hasta un cierto acoso cuando he visitado la Alhambra con mi grupo de alumnos. Hemos intentado como hemos podido explicar el contenido del monumento más visitado de España y de la manera más amena posible, contando historias y leyendas de cada espacio y tratando de que los alumnos fueran capaces de interiorizar sensaciones que nos rodeaban en cada visita: visuales, auditivas, olfativas…. Tratando de hacer, en fin, que la visita al monumento supusiera para ellos un contacto con su historia y un orgullo de pertenecer a esta tierra que alberga tanta grandeza en sus entrañas. Hoy ya sé que existen visitas guiadas a través de las que se les explican a los pequeños los contenidos indispensables, si bien la frescura de las vivencias particulares ya no son las mismas, pero entonces la lucha de los guías por intentar que no molestáramos a sus grupos de turistas era bastante molesta y agobiante. Mientras los guías intentaban sin conseguirlo apartarnos de sus explicaciones, los propios guías nos convertían en objetivo prioritario de sus fotos por el hermoso espectáculo que ofrecíamos.


         De modo que las visitas a la Alhambra se convertían en una experiencia agridulce. Había que recordar junto a la dicha del recorrido y al espectáculo de los turistas interesados en nuestras explicaciones, movimientos, canciones, el menosprecio y la regañina y protesta de los guías, siempre más celosos del aspecto comercial de la visita que ellos representaban, que de la grandeza de los grupos infantiles con sus voluntariosos maestros por hacer valer el significado de tan singular monumento a las nuevas generaciones. No podía y no puedo dejar de añorar la situación vivida en el museo londinense y la distinta valoración que todo el cuerpo educativo, a favor de ellos bien a mi pesar. Hoy, es verdad, las cosas han cambiado bastante y todo lo escolar dispone de un plantel de guías específicos para que los pequeños interioricen el valor del monumento y de su significado en la historia, pero uno no puede, así como así, quitarse de la cabeza determinadas imágenes que siguen causándole sonrojo y que hubiera preferido no vivir.

8 comentarios:

  1. Una gran reflexión sobre el "verdadero objetivo" que debe buscar la visita a un museo o a un Monumento Histórico...Cultivar la curiosidad de los jóvenes sobre las causas que motivaron esos documentos, esas iniciativas, las construcciones etc... permite preparar mejor su futuro...

    Un cordial saludo
    Mark de Zabaleta

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  2. También es relevante el esfuerzo y empeño digno que los entes educativos ('Pública,Concertada,Privada) en acercar a los alumnos a los focos de cultura, sea museos, sea lugares emblemáticos, monumentos.
    De las maneras más o menos ortodoxas de los guías no vale la pena hablar.
    Y a propósito de la estela 'piedra de Rosetta,pieza de inmenso valor para toda la Humanidad, ya hace muchísimo tiempo pienso si no sería oportuno que la custodie, salvaguarde y exhiba no los ingleses, sino por qué no el Museo de Arte de Egipto. Ptolomeo seguro que, de levantar la cabeza, lo habría dejado manifiestamente claro. Luego, que lo tradujera Champolion...
    En fin, que lo que hay en España es ¿de los españoles? y lo que en Londres, ¿de quién?
    Abrazos

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  3. Mira que he pasado veces sobre "la piedra de Rosetta" y sin saber, realmente, lo que había sido. Deducía, cómo no, que era algo que daba la clave de algo importante -chica lista-, por el contexto, pero no sabía, Antonio, nada más de eso, y mira que a veces me intrigaba saber cómo habíamos pasado de no tener ni idea de descifrar los jeroglíficos egipcios. Gracias por la información, Antonio.
    Tus observaciones sobre los guías de la Alhambra me han traído a la memoria una anécdota completamente olvidada de mi excursión de fin de curso -a los trece- y una de las maestras que nos acompañaban, en el Museo del Prado, discutiendo acaloradamente con un guía que se quejaba de que los niños -nosotros- estábamos tocando lo que no debíamos, cuando era mentira porque estaba todo protegido con cordones de seguridad y tal, y además, la verdad verdadera es que estábamos más interesados en charlar de lo que haríamos después -un partido de fútbol con otro colegio- que de lo que nos explicaba la profe.
    Qué pena que haya siempre tan poco entendimiento entre unos y otros, en todas partes, ¿verdad?
    Un beso de junio para ti.

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    1. Lo que me admiró a mí en Londres fue el lugar que los responsables le tenían reservado a los escolares por delante de todo el mundo. Eso es lo que muchas veces he echado en falta aquí, y lo sigo haciendo hoy. Un beso

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  4. Una de las cosas que menos me gusta de los viajes, es cuando tienes que hacer visitas guiadas. Comprendo que son necesarias, pero no todas las personas que van en el grupo suelen tener los mismos intereses.
    Así todo, recuerdo con especial cariño, las visitas que hice con mi colegio a las Cuevas de Altamira, y algunos museos, como el Prado, con una profe de Arte. A pesar de todo lo que se aporte como nuevo para facilitar la comprensión y el aprendizaje, creo que los profesores y maestros que nos llevaban de excursión y nos daban clases magistrales sobre lo que teníamos delante de nuestros ojos, aquellos que los hemos disfrutados, sabemos cual es la diferencia.

    Una entrada muy interesante Antonio, un placer leerte.
    Un abrazo.

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  5. Bien, muy bien lo que dices- Londres cuida "sus cosas " y sabe hacerlo bien- la cultura es grande en estos temas y en mas- por aqui han hecho cosas que ahora no hacen, entonces se olvida y se perdona, lo importante es acercar a los niños, jovenes, adolescentes a la historia, la cultura de cada región- vive lo de ahora, que lo estan haciendo bien, eso es lo que importa.
    Los ingleses ahi están :) como dice Pilar ( no puedo dejar de leerla ) lo de Londres , de quien?

    Siempre intersante lo que dices, escribes, opinas, querido Antonio, leerte es simpre un gran placer que tengo el gusto de hacer.

    Besos con sabor a Granada !! e intensidad gallega, y mucho de argentina !!! todo mezclado da un coctel que no veas !!! bueno, creo que lo sabes !

    Aurora

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  6. Hola Antonio.
    A mi me parece más entrañable las explicaciones que dan los propios maestros, que la de los guías.
    Fíjate, yo cuando cuando estuve en Sevilla hace muchos años, en la catedral, seguí a un grupo de turistas que llevaban su quía y me fui enterando.

    Por fin he podido salir de los círculos de google y volver al perfil de blogger aunque he perdido datos de los blogs que sigo y ya lo voy actualizando, el caso es que ya se puede entrar clicando mi nombre al lado de la foto del comentario sin salir a los círculos.
    Que tengas un buen fin de semana.
    Un abrazo, Montserrat

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  7. Veo que este blog sigue siendo de los más educativo que hay en este mundo bloguero.
    Siempre educando en valores. Es bueno recordarles, se están perdiendo muchos.

    Un abrazo grande.

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