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domingo, 3 de febrero de 2013

TERRORES

A veces sucede que hay comentarios con los que se puede, por una parte seguir el hilo de estas reflexiones y por otra responder a alguna consulta coyuntural. Lejos de mí, lo he dicho varias veces, convertirme en un consultor que ofrece recetas. Lo que deseo, también lo he dicho, es poder hablar de educación y contrastar pareceres para que los temas que se traten estén en el aire y no en el silencio. Hay un nieto de mi amigo Antonio Salmerón, hijo de la Chiqui, su hija mayor, que parece que anda despertándose por las noches despavorido y a grito limpio. Tiene alrededor de los tres años y me da pie para reflexionar un poco sobre los TERRORES NOCTURNOS.
No es específico de esta edad pero sí es en esta edad cuando más aparecen episodios de pánico a cualquier hora de la noche. Suelen estar ligados al sueño, como pesadillas. Los pequeños parece que se despiertan, normalmente siguen dormidos aunque tengan los ojos abiertos, y reclaman nuestra atención a grito limpio. Se sienten aterrorizados por algo que dicen que ven o gritan sin más con verdadera angustia. La duración de esta fase suele tardar en resolverse en función, como casi todo, de cómo se trate. Como sucede normalmente a medianoche, los adultos no siempre tienen la paciencia suficiente como para acudir al reclamo del menor, abrazarlo estrechamente, hablarle con dulzura y esperar pacientemente a que vaya superando esa secuencia de pánico que está viviendo en ese momento y se vuelva a dormir en paz. Es posible que uno tenga que trabajar al día siguiente y sienta que también tiene derecho al descanso y lo reclame con impaciencia lo que podrá ser muy lógico pero el menor necesita tiempo, paz y sentirse querido en ese momento de desesperación.
Los menores en esos episodios atraviesan por las secuencias que vemos reflejadas en los cuentos: de abandono, de rapto, de antropofagia…Los cuentos los reflejan porque responden a realidades que se viven con mucha frecuencia a partir de los tres años y hasta los ocho, más o menos. Si la solución de esos episodios se produce en paz, a base de lecciones de comunicación entre menores y mayores, las aguas poco a poco irán volviendo a unos cauces de armonía y los pequeños accederán a las etapas siguientes de racionalidad teniendo resueltos todos sus fantasmas simbólicos. Pero si, como puede pasar, los adultos no han atendido a los menores convenientemente, se entrará en las fases de racionalidad con algunos asuntos simbólicos pendientes que tendrán que resolverse sabe dios cuándo y sabe dios de qué modo. Porque esa es otra. Cuando las cosas se resuelven adecuadamente y en su momento la evolución fluye como el agua mansa de un río. Cuando en su momento quedan cosas pendientes ya no podemos controlar cuándo van a terminar resolviéndose ni con qué dimensiones.
Por eso tiene sentido que insistamos en que cada cosa lo mejor es que en su momento se ataje y se resuelva para que se quede en paz y para que pueda dar paso a la fase siguiente con limpieza. Una situación de la vida, cualquiera que sea, no resuelta en su momento no quiere decir que ya no exista. Se queda pendiente y algún día, que ya no puedes predecir, terminará saliendo y buscando su solución de manera espuria y descontrolada. Aquí es donde está el principal argumento para reclamar en esta etapa de los terrores nocturnos paciencia para los adultos y disponibilidad suficiente como para que los menores a su cargo puedan resolver esos momentos de pánico con la fuerza y el amor necesario que les permitan integrar todas esas sensaciones dentro de su desarrollo y como componentes que han de permitir su crecimiento interior. Ejercer la paternidad está repleto de retos y éste que hoy comentamos no es de los menores. También ahí nos curtimos los adultos y estamos obligados a dar la talla que los menores nos reclaman.

6 comentarios:

  1. Creo que tus artículos son una gran ayuda para nuestras "lagunas" en ciertos temas...de los que nunca nos ocupamos, y cuando lo hacemos, fallamos en lo más elemental!

    Un cordial saludo
    Mark de Zabaleta

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  2. Muy acertadas todas las reflexiones acerca de los terrores nocturnos.
    Todavía guardo como espinita clavada los 'horrores' de nuestro hijo, que noche tras noche los argumentaba como única excusa para venirse a nuestra cama, bien amagadico al papi y la mami...
    Luego se comprobó que de 'horrores' que él llamaba, nada de nada. Quedó demostrado que nos chantajeaba. Y,ya de mayor, lo reconoció. ¡Cuando ya no hubo remedio!
    Pero sí, buena parte de la solución depende de cómo entendamos los fantasmas inevitables de la nocturnidad.
    Bs

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  3. No pasaron mis hijos por esta fase y me alegra mucho porque cuando he presenciado estos episodios lo cierto es que me han parecido de gran angustia. Comprendo tu recomendación, pero no puedo dejar de comprender lo dificil que puede mantener la calma, la paciencia y la ternura, si estos episodios se hacen constantes y los madrugones laborales inevitables.
    ¿no sería posible atacar en las causas?

    Un saludo

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  4. Un excelente articulo Antonio querido ! real como la vida misma.
    Lo importante ? estar ahi en esos momentos, dar amor olvidandonos de el madrugar para ir a trabajar, porque lo importante son los hijos. He tenido alguna experiencia en este tema y por eso lo digo.
    Recuerdo no hace mucho una abuela decir a su nieto de 3 años si no comes todo vendra el hombre peludo y te llevara para siempre. Y digo yo ?
    Que sueños se pueden tener después - Una monja ( profesora ) decirle a los niños ( sus alumnos ) veis este Cristo os ve en todo momento, todo lo que hacéis aunque no estes en el colegio èl lo ve y luego me lo cuenta. Y digo yo ? como seria la infancia de esta buena señora ?
    Y sueños puedos tener esos niños después ?
    Hay tantos terrores cada dìa que asumir, tantos miedos que enfrentar, porque seguimos siendo niños y ese abrazo grande hace tanto !!!

    Como siempre Antonio, mi cariño grande.

    Aurora

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  5. AMIGO, que SORPRESA!!!!!!!!!!!!!!! tan pero tan agradable!!!!! si te sigo en este blog!!! y cada detalle, cada palabra de un relato, es maravillosa!!!! un abrazo enorme para tí, es bueno saber que me recuerdas!!!!
    un abrazo fraterno
    lidia


    pd:no estoy visitando mucho,los blogs, de bido a una "artropatia degenerativa autoinmune", que es una enfermedad de la VEJEZ, pero, lejos de mí está ELLA, a mis 60 años, y con el desgaste producto de los años de ballet, DUELE COMO LOS MIL DEMONIOS PUNZANTES! mis disculpas...creo que será mejor, cuando UN ANALGESICO, sea el correcto para calmar tanto espasmo, crisis, en fin tu sabes...

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