Seguidores

domingo, 24 de febrero de 2013

COMPAÑÍA

Espero que el pararnos de vez en cuando en determinados aspectos de la realidad de hoy y el acoplar nuestra reflexión al devenir de cada día nos depare una cierta idea de verdad en lo que decimos y de inserción en el presente para que no se nos vea como alejados del mundo en que vivimos. Esa es la idea que pretendemos, pero no queremos olvidar nuestro sentido profundo de ir recorriendo los rasgos determinantes del desarrollo de estos primeros años de la vida. Hasta los dos años más o menos, los pequeños se pueden considerar satisfechos si reciben de sus mayores las atenciones individuales: alimentación, higiene, reposo. Esto es lo determinante para ellos en esta edad. Pero en el momento en que se les ve desenvolverse bien con la marcha y con el lenguaje nos damos cuenta de que la atención de los mayores por sí sola no les basta. Sin duda que es importante y la necesitan, pero su tendencia ahora empieza a ser la de mirar a su alrededor e interesarse en otros pequeños como ellos. No sólo por simple curiosidad mimética sino para estar rato y rato compartiendo juegos, palabras, conviviendo en definitiva. Es verdad, ahora es el momento de los primeros amigos, razón por la cual es importante que puedan asistir a un centro educativo para compartir sus vidas con otros iguales. No es que sea imprescindible, casi nada lo es en realidad y la vida siempre tiene alternativas para casi todo, pero sí muy beneficioso. Bien entendido que lo más conveniente no es que los pequeños empiecen a desenvolverse en un ritmo de Escuela estrictamente, que es lo que desgraciadamente está pasando. Hacia los tres años más o menos, lo que se vive es como una explosión de la persona que ha vivido hasta el momento mirando mucho hacia sí mismo y hacia su desarrollo interior. Estaba demasiado ocupado con ir dominando todo ese conjunto de capacidades musculares que lo han ido dotando de posibilidades de movimiento hasta conducirlo casi hasta la autosuficiencia. Es entonces cuando los pequeños despliegan sus alas y deciden viajar un poco más allá del ámbito que abarca el cuidado de sus mayores. Sus mayores les siguen haciendo falta todavía durante muchos años, pero cada vez menos, cada vez necesitan más ámbitos de suficiencia y que la mirada adulta sobre ellos sea más laxa, más lejana. Aquí son los adultos los que van a precisar un mayor nivel de conciencia para ir aceptando esta realidad, que muchas veces les causa dolor, y permitiendo que la evolución se vaya produciendo a partir de que ellos vayan renunciando a su papel tan inmediato como ha requerido la educación hasta el momento. Ahora sigue siendo importante, pero ya no son los únicos en el proceso sino que ahora tienen que compartir la influencia con los amigos. La escuela debería ser la encargada de permitir a los pequeños que este proceso de acercamiento entre iguales se produzca así como el contacto global con los elementos esenciales de la vida: agua, aire, fuego, tierra para que los pequeños puedan conocer el mundo en paz y bajo el cuidado adulto, experimenten las primeras percepciones sensoriales y combinaciones básicas de la composición del tiempo, del mundo y de las relaciones, todo un largo proceso de elaboración interna y externa que les va a permitir conocimientos sobre ellos mismos y sobre las personas que los rodean esenciales para su maduración. La Escuela, por tanto, debería ser consciente de esta misión esencial y favorecerla en vez de dedicarse casi desde el principio a imponer una estructura académica encaminada al aprendizaje de destrezas, tipo leer y escribir o similares para las que, sin quitarles importancia, tendrá tiempo más que suficiente a lo largo de todo el proceso escolar. La evolución del juego natural de los niños entre ellos, enriquecido por el apoyo de la estructura escolar, es el mejor medio para lograr los niveles de gratificación y madurez necesarios en estas edades a través del sin fin de tanteos que el dominio de las capacidades de los pequeños requiere.

6 comentarios:

  1. Pase a visitarte y a desarte una semana con buenos logros.

    Cariños

    Frase de la semana:
    "Todos deseamos mejorar el mundo, y todos podemos hacelo con solo empezar por nosotros mismos."
    (anónimo)

    ResponderEliminar
  2. La Mañana del Peer Gynt de Grieg acompaña perfectamente ese "amanecer" del niño a las relaciones de grupo !
    Aunque esa mañana estaba realmente hablando del Sahara y no de Noruega cuando Grieg ponía música a la obra de Ibsen en este drama...

    Un cordial saludo
    Mark de Zabaleta

    ResponderEliminar
  3. Seguro que Grieg en su esplendente obra total tenía puestos los ojos en otros puntos del planeta, ¡y otros momentos también dramáticos!, mientras cobraba vida propia esta 'Mañana'
    La Escuela sabe mucho de esto. Sabe mucho y calla más.
    No hace otra cosa que saber. Aunque las trabas actúan en su contra.
    Abrazo

    ResponderEliminar
  4. Creo que siempre el afecto manifestado en diversas forma es necesario desde el nacimiento.
    Ahora se envia a los niños pequeños a jardines de infantes muchas veces porque los padres trabajan y no pueden estar con ellos.
    Pero la ida al jardin de infantes no es algo nuevo, mis hijos lo hicieron ya hace mas de 40 años, como forrma de saberse integrar con otros niños y compartir, creando a su vez formas y colores.

    Gracias Antonio por tu visita, pero:
    Una cosa es mazoquismo y otra tener los principios morales y espirituales para saber decir....soy culpable, tengo que cambiar y mejorar.
    Porque ultimamente es mejor culpar a otros y asunto terminado.

    Cariños

    ResponderEliminar

  5. Buenas noches Antonio.
    No se si te he contado alguna vez que mi nuera trabaja en una guardería y es un encanto como enseñan a los niños a aprender.
    Yo no cuidé de mi nieta pues su madre se la llevaba con ella a la guardería done trabaja.
    Y me encanta la alegría y el color que se respira allí.
    Pienso que es muy importante que enseñen a los niños a aprender con alegría y que les sea gratificante.
    Como siempre un placer pasar por tu blog.
    Un abrazo, Montserrat

    ResponderEliminar
  6. Hola, Antonio
    Excelente página. Este escrito sirve, no solo para los padres jovencitos, sino para todos aquellos que, de alguna manera, puedan inculcar valores y dar buenos consejos a otros.
    He de volver a pasar a leerte cuando el tiempo me lo permita.
    Cordiales saludos

    ResponderEliminar