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domingo, 28 de octubre de 2012

NOVEDADES

Con la entrada del desarrollo de los menores en lo que podríamos denominar segundo círculo, ese que deja atrás el panyoico, el término es mío y pretende definir la primera etapa en la que todo lo que existe es en función de mí y porque soy yo quien le da vida. El segundo admite como hemos dicho dos elementos: uno soy yo y otro es el resto del mundo, lo que podríamos denominar noyo. Pues ahora toca explorar todo ese noyo que me rodea, que me define, que me limita y que a la vez me permite crecer.
Una primera gran división que salta a la vista es la diferenciación sexual. Me doy cuenta de que tengo un sexo y a mi alrededor hay otra serie de personas, unas con el mismo sexo que yo y otras con otro sexo distinto. También me doy cuenta de que lo que nos diferencia a unos y a otros no es sólo la forma física de los sexos, que es distinta, sino que unido a esa diferencia exterior existen también otras diferencias interiores que se van manifestando en comportamientos distintos. En el día a día esto se va plasmando, al menos cuando los niños viven en grupo, en el nosotros y en el ellos que tienen a cada momento en la boca y haciendo ver a quien les rodeen hasta qué punto son conscientes de esta diferenciación como si hubiera dos mundos, uno siempre enfrentado al otro. Es posible que la realidad no esté muy lejos de esta percepción pero tanto si lo está como si no, no se van a privar en ningún momento de ponerlo de manifiesto.
Lo que hasta este momento estaba configurado como un único grupo bajo el epígrafe de infancia, a partir de ahora ya es irremisiblemente doblado en dos mundos casi irreconciliables: los niños y las niñas. No quiere decir que sean separaciones en las que vivan unos al margen de otros, lo que podría llevar a que unos y otros se ignoraran. No. En realidad unos y otros se atraen, se buscan, se curiosean los cuerpos, se tocan para conocerse mejor y para equilibrar las diferencias a la vez que las constatan de manera palmaria. Es como si necesitaran certificar esas diferencias desde todas las formas posibles para dejarlas sin lugar a dudas interiorizadas tanto desde el punto de vista formal como del comportamiento. Por eso, aparte de que la curiosidad entre niños y niñas se va a desarrollar en todos los órdenes del comportamiento, también los vamos a ver diferenciados y agrupados los niños por un lado desarrollando comportamientos específicos: movimiento, juegos de fuerza, brutalidades…. Y las niñas por otro: juegos más pacíficos, mayor desarrollo del lenguaje hablado, juegos de más elaboración…
Todo este juego de diferencias, si todo va normal, a través de los juegos cotidianos se debe ir produciendo y desarrollando sin más traumas de los que la vida lleva aparejados para cualquier edad. Es verdad que cuando, como aquí, se intentan dar unas pinceladas con criterio de generalizar, uno se da cuenta de que por todas partes se cuelan particularidades que podrían hacer interminable la lista de salvedades. No tendremos más remedio que entrar en ellas para completar lo más posible el contenido de esta edad. Pero por ahora lo que me parece más importante es hacer ver que los menores están a cada momento estableciendo diferencias binarias sobre cualquiera de las posibilidades cercanas que la vida les pone a la mano: niños y niñas, mi familia y todas las demás personas, mis amigos y el resto, mi casa y el mundo, hoy y lo que no es hoy sea ayer o sea mañana, que a ellos les da lo mismo. Espero que con este primer trazo grueso pero espero que certero nos quede una primera imagen de lo que significa esta segunda revolución personal, la primera sin duda es el nacimiento, en la que accedemos a constituirnos en miembros activos de una sociedad.

4 comentarios:

  1. Sin duda, en la etapa más decisiva para unos y otros, niños/as adultos/as, la cuestión de la diferenciación por sexos cobra un interés extraordinario. Sobre todo para los mayores, que en todo caso hemos de aportar nuestra responsabilidad si pretendemos ser formantes y educadores.
    Los niños/niñas, bien encauzados disponen de propia estrategia aplicable a cada momento. Son muy listos en su curiosidad y más sabios de lo que nos parece.
    Hilando fino, para no tener nada reprochable por lo que responder.
    Besos abrazos, Antonio

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  2. Y es difícil dilucidar qué diferencias son lógicas y normales y cuales son simplemente impuestas por el machismo de siempre. En la guarde había varios niñOs que, cuando se encontraban en el suelo una gomita del pelo o un clip, venían a que se los pusieras. Yo se los ponía, pero no acababa de sentirme a gusto, no quería decirles "no, porque eso solo se lo ponen las niñas" y tampoco estaba segura de estar haciendo lo correcto, y sigo igual. Sigue habiendo muchas diferencias que son prejuicios, que no tienen razón de ser, pero que luchar contra ellas uno solo es imposible.
    Besos, Antonio.

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  3. Es "ese" descubrimiento el que a menudo marca muchas imágenes en nuestras mentes. El entorno familiar es clave para asimilarlo como algo natural, normal y positivo...

    Excelente artículo.

    Mark de Zabaleta

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  4. Hola, querido Antonio

    Que es de los niños, y que es de las niñas, que cosa es de cada uno ?
    Esto de niños ? esto de niñas ? recuerdo cuando era niña que me gustaba jugar con pistolas y vestirme de vaquera :) y mi hermano le encantaba jugar con mis muñecas y dormir con su osito- mis padres jamas pusieron el grito en el cielo por ellos, nos dejaban elegir y lo mas importante ser nosotros mismos y jugar. No hace mucho pude ver como un niño de unos 5 años iba con su paraguas de kitty y su mochila de las Mosters Hight ( todo ello se supone de niñas ) y me gusto verlo y ver a esos padres tan inteligentes y capaces.
    Es un descubrimiento que cada niño debe de experimentar por si mismo y nosotros adultos encajarlo como sea y saber educar sin imponer normas ni normalidades. Muy dificil claro.
    Los niños como dice Pilar son muy listos y saben perfectamente llevar su curiosidad donde ellos quieren y nosotros debemos enseñar, edudcar, y sobre todo guiar.

    Te beso Antonio con cariño

    Aurora

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